AMFIV – FUNDOSA ONCE                       44-69

AMFIV: Lorenzo Envó (6), Txema Avendaño (22), Julio Vilas (4), Filipe Carneiro (-), Bernabé Costas (10) –cinco inicial-, Savoy Brown (2), Karol Szulc (-), Santi Comesaña (-), Jose Teijido (-) y Vicky Alonso (-).

FUNDOSA ONCE: Pablo Zarzuela (8), Terry Bywater (25), Dani Rodríguez (4), Bill Latham (13), Rafa Muiño (5) –cinco inicial-, Daniel Stix (-), Petr Tucek (12), Carlos Vera (2) y Sara Revuelta (-).

PARCIALES: 10-17, 12-34 (descanso), 25-49 y 44-69 (final).

ÁRBITROS: Verde, Rubí y Fernández. Sin eliminados.

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la cuarta jornada en el Grupo 1 de la División de Honor de baloncesto en silla de ruedas disputado en el Pabellón de Bouzas ante la presencia de 300 espectadores.

Una nefasta racha de dieciséis minutos sin ser capaz de anotar más que dos puntos acabó con cualquier esperanza por parte del Amfiv de plantar cara al Fundosa Once. Porque para vencer al vigente campeón de Liga y Copa y subcampeón de Europa hace falta tener un buen día y trabajar duro para que el rival no. Y los vigueses, como es ya habitual en este comienzo de campaña, fallaron en lo primero. El pobre porcentaje de acierto en los lanzamientos de dos puntos, con un escasísimo 20 de 53 para apenas un 38 por ciento de acierto, fue un lastre demasiado pesado para intentar inquietar a los madrileños. Sobre todo, porque el equipo de César Iglesias todavía estaba en el partido con el 12-18 del minuto 12 pero vio cómo ya no tenía ninguna opción cuando volvió a encontrar el aro rival (14-44, min. 26). Con el vencedor del encuentro decidido, los locales no se dejaron llevar y soltaron al fin el brazo, ayudados por una incómoda presión que les permitió mantener el tipo y, al menos, despedirse con buen sabor de boca de una afición que premió el esfuerzo realizado con una ovación a la conclusión del choque.

El inicio del partido mostró a un Amfiv con ganas de mostrar su mejor versión y poner las cosas difíciles a su potente rival, aunque también empezaba a dar muestras del principal problema que iban a tener los vigueses, su desacierto en el tiro. Por eso, los primeros diez minutos se saldaron con una pequeña brecha a favor del Fundosa (10-17). Nada excesivamente preocupante tras lo visto sobre la cancha de Bouzas.

Porque parecía que a poco que los jugadores de César Iglesias afinasen la puntería podía haber partido. Sucedió todo lo contrario. Una canasta de Savoy en el minuto dos de este segundo cuarto fue la última buena noticia de un irreconocible Amfiv que tardó otros catorce minutos para volver a anotar, firmando un total de sólo dos puntos en dieciséis minutos. Por eso, al descanso el partido ya había acabado (12-34, min.20).

Cuando ya todo estaba perdido (14-44, min. 26), los locales no bajaron los brazos, apretaron los dientes y sacaron a relucir su orgullo para evitar un resultado todavía más abultado. César Iglesias apostó por un quinteto sin las nuevas incorporaciones, con Filipe Carneiro, Julio Vilas, Berni Costas, Lorenzo Envó y Txema Avendaño, con la velocidad y la presión como principales armas. Y el Amfiv volvió a parecerse al que tan buenas sensaciones dejó en la recta final de la pasada campaña. Los tiros que antes no entraban, ahora ya sin la presión del resultado y con un Fundosa también repartiendo minutos entre su plantilla de lujo, empezaban a encontrar el aro rival. Nadie soñaba con una remontaba totalmente imposible pero sí que había ganas de demostrar que, en un buen día, hay potencial para hacer sufrir a cualquiera. El parcial de 30-25 en el cuarto de hora final del choque lo confirma y es un dato para creer en un equipo que debe ir a más con el paso de las jornadas.