AMFIV-CAI1

AMFIV - CAI ZARAGOZA             61-55

AMFIV: Lorenzo Envó (19), Julio Vilas (10), Bernabé Costas (10), Filipe Carneiro (-), Txema Avendaño (12) –cinco inicial-, Karol Szulc (4), Jose Teijido (-), Savoy Brown (6), Santi Comesaña (-) y Vicki Alonso (-).

CAI ZARAGOZA: Genry Tejada (4), Maldonado (11), David Anaya (4), Walter de Horta (8), Jhon Hernández (28) –cinco inicial-, Adrián Lorenzo (-), Pablo Laviña (-) y Mendoza (-).

PARCIALES: 20-16, 33-24 (descanso), 51-40 y 61-55 (final).

ÁRBITROS: Piños, Marqués y Fernández. Excluyeron por cinco faltas personales al jugador del CAI Zaragoza John Hernández (min.38).

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la octava jornada en el Grupo 1 de la División de Honor de baloncesto en silla de ruedas disputado en el Pabellón de Bouzas ante la presencia de más de 300 espectadores.

El Amfiv certificó este sábado en Bouzas, ante una afición que fue parte importantísima en los instantes finales, su continuidad una campaña más en la máxima categoría nacional de baloncesto en silla de ruedas. Porque el trabajado triunfo ante el CAI Zaragoza, en un partido que el conjunto de César Iglesias parecía tener completamente controlado (47-32, min.27) pero que se complicó muchísimo en los últimos minutos (55-52, min.38), permite a los vigueses clasificarse para la Fase por el Título. Además, deja muy cerca también el billete para la Copa del Rey, que ahora depende de que en el otro grupo el Fundación Grupo Norte, ahora segundo, acabe en una de las cuatro primeras plazas. Los locales, una vez más esta temporada, fueron víctimas de sus múltiples errores en lanzamientos a priori fáciles y en posiciones claras y cercanas al aro, así como de los numerosos balones perdidos. Sin embargo, su capacidad de lucha fue vital para lograr el necesario triunfo ante un CAI Zaragoza con una plantilla joven y corta pero liderado sensacionalmente por el colombiano John Hernández, de nuevo una pesadilla para el conjunto de César Iglesias, al que volvió a anotarle 28 puntos. Su expulsión por cinco faltas personales a dos minutos para la conclusión del choque fue importantísima para que finalmente la victoria se quedase en Bouzas.

El inicio de encuentro dejó muy claro que ambos equipos sabían lo que se jugaban en este partido. El vencedor evitaría disputar el peligroso grupo de descenso y podría disfrutar una temporada más en la División de Honor. La motivación quedó patente desde el pitido inicial, así como los nervios por lo que había en juego. Pese a todo, los jugadores de César Iglesias parecían más entonados en este comienzo (16-6, min.6) aunque ya se empezaban a notar los problemas para contener a John Hernández (20-16, min.10).

Los errores en los tiros empezaban a ser ya mucho más numerosos que los aciertos en ambos conjuntos y el marcador se apretaba (22-20, min.14). Costaba muchísimo subir cada punto al electrónico (26-24, min.18) hasta que el técnico maño se vio en la obligación de sentar a su jugador franquicia, el colombiano Hernández, tras haber cometido su tercera falta personal. El Amfiv aprovechó este instante para marcharse al descanso con un parcial de 7-0 (33-24, min.20), que incrementaría con otros cuatro puntos al reanudarse el choque tras el intermedio (37-24, min.22). Parecía que los vigueses habían encarrilado el partido y que incluso iban a poder disfrutar de un plácido último cuarto después de llevar su renta a su máxima expresión (47-32, min.27).

Pero el CAI consiguió detener la sangría y presentarse con opciones en los diez minutos decisivos (51-40, min.30). Los nervios se notaban ahora ya más que nunca. Al conjunto de César Iglesias se le había encogido el aro y la muñeca, con lo que no daba cerrado un encuentro todavía abierto (55-44, min.34). Los visitantes aprovecharon la circunstancia para encadenar un parcial de 0-8 (55-52, min.28) en el momento menos oportuno y llevar la incertidumbre a una grada que reaccionó animando incansablemente a los suyos.

Sin embargo, la expulsión del jugador maño más determinante, Hernández, en ese delicado instante parecía allanar finalmente el camino a los vigueses (60-52, min.39). No fue así. Un triple a tabla de Anaya a menos de un minuto de la conclusión metía de nuevo en el partido a los suyos. Especialmente porque en la acción posterior, el Amfiv ni siquiera llegaba a sacar de fondo y regalaba la posesión. Afortunadamente, el nuevo intento de triple de Anaya se salió de dentro y, ahora ya sí, los locales pudieron respirar tranquilos. Están salvados y con medio billete para la Copa en el bolsillo.

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