El Amfiv se ha encontrado con un inesperado golpe de suerte que le permitirá con, aunque sólo de forma temporal, con una importante incorporación para afrontar la temporada que se iniciará el próximo 26 de octubre. Las limitaciones presupuestarias del conjunto vigués impedían la necesaria contratación de un nuevo jugador interior para apuntalar una plantilla que, tras la marcha del polaco Dominik Mosler, andaba escasa de centímetros. Todas las opciones intentadas por la dirección deportiva del Amfiv se escapaban notablemente de las posibilidades económicas de la entidad presidida por Pablo Beiro. Las cantidades que ofrecen la inmensa mayoría de los equipos de la División de Honor española y la práctica totalidad de los conjuntos de las grandes ligas (Italia, Alemania, Francia o Gran Bretaña) son absolutamente inalcanzables para los vigueses. Así, la posibilidad de realizar esa necesaria incorporación estaba prácticamente descartada hasta que la fortuna sonrió al Amfiv. Agustín Alejos vuelve a casa y, al menos durante la primera fase de la Liga, vestirá de nuevo la camiseta del club en el que se formó como jugador.
José Antonio Beiro, máximo responsable deportivo del Amfiv, explica un poco más el golpe de suerte que permitirá a su equipo contar de nuevo con Alejos en sus filas. “Agustín se marchó a Australia después de acabar la temporada en Italia y haber sido otra vez subcampeón de la Copa Willi Brinkmann, en esta ocasión con el Padova Millenium. Su novia es de allí y, además, aprovechó para jugar la potente liga de verano australiana con el Queensland Spinning Bullets, realizando un gran papel al clasificarse para la Final Four. Su intención era quedarse ya a vivir en Australia pero, para poder hacerlo, necesitaba conseguir el permiso de residencia. Por fortuna para nosotros, los trámites se alargaron más de lo previsto y el miércoles finalizó su visado de turista, con lo que Agustín tuvo que regresar a Vigo, aterrizando en el aeropuerto de Peinador este mismo jueves”, aclara el director deportivo del Amfiv.
“Como conocíamos su situación y que existía esta remota posibilidad, ya nos habíamos puesto en contacto con él para ver qué podíamos hacer si llegaba este momento. En un principio, la idea de Agustín era entrenar con el equipo y jugar hasta que consiguiera el visado definitivo para poder volver a Australia. Sin embargo, tras explicarle claramente la situación del club y las dificultades para encontrar un jugador de unas características parecidas a las suyas con nuestro limitado presupuesto, accedió a comprometerse a disputar al menos la primera fase de la nueva División de Honor, independientemente de si antes de finales de enero, fecha en la que termina esta ronda inicial de la liga, consigue el permiso de residencia australiano”, puntualiza José Antonio Beiro, quien agradece profundamente “el compromiso que Agustín muestra con el club de su ciudad, en el que empezó como jugador y el que le abrió las puertas de este deporte. Su actitud hacia el Amfiv ha sido siempre de máximo respeto y cariño. Cuando ha tenido ofertas irrechazables, ha venido, nos lo ha expuesto y se ha marchado con nuestra bendición, dejando siempre las puertas abiertas de par en par para volver a su casa”.
Su incorporación a la pretemporada será inmediata y, posiblemente, poco traumática puesto que su estado de forma poco tendrá que envidiar al de sus compañeros puesto que Agustín llega a Vigo después de haber estado disputando durante los meses de julio y agosto una competición tan exigente como la Liga Australiano. Además, Alejos conoce a la práctica totalidad de sus compañeros, con la excepción del portugués Filipe Carneiro, puesto que ya ha compartido vestuario con ellos en el Amfiv o en el Fuhnpaiin toledano y en la selección nacional como el caso de Txema Avendaño. De hecho, incluso el cuerpo técnico tampoco le será desconocido dado que su última temporada vistiendo la camiseta viguesa estuvo a las órdenes del que volverá a ser su entrenador esta temporada, César Iglesias.
Ahora, los esfuerzos se centran en intentar convencer a Alejos para que esta opción temporal se convierta en permanente y permanezca con el Amfiv hasta el final de la campaña. “Su compromiso es disputar la fase inicial de la Liga y marcharse en enero si ya tiene el visado en regla. Si no, continuará con el equipo hasta que tenga ese permiso de residencia, momento en el que se marchará a vivir a Australia. De todas formas, nosotros vamos a trabajar estos tres meses para intentar convencerle de que se quede hasta el final de la temporada, aunque sabemos que va a ser muy complicado”, avanza José Antonio Beiro.
